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Su nombre de pila, Rovanio no le gustaba cómo sonaba cuando era joven. "Pensé que 'Rovanio' sería difícil de pronunciar o de recordar”, explica. He tenido este apodo desde que era niño, Nanny.
Cuando tenía 7 años, sus dotes musicales empezaron a manifestarse ante el público, mejor dicho, ante una congregación. "Mi padre era pastor, así que crecí tocando música sacra. Mi primer instrumento fue la batería, que tocaba en la iglesia, y cantaba en el coro juvenil". Aprendió guitarra por ósmosis, simplemente porque el instrumento era omnipresente en la cultura brasileña. Con esos conocimientos, Assis empezó a ganar dinero tocando música profana con sus amigos: rock en discotecas, samba en carnavales e incluso jazz tras descubrir a músicos estadounidenses en una tienda de discos de Salvador.
Albergaba la ambición de trasladarse a Estados Unidos "Me atraía mucho la música americana”, y muchos de los discos que le gustaban eran discos en directo", dice. "En Bahía no había mucha música americana en directo. Esos discos me hicieron sentir que necesitaba ir a ese lugar”.
La oportunidad llegó en 1993, cuando la banda Rolling Thunder, de Austin (Texas), convocó audiciones para percusionistas de samba. Assis pasó la audición y vino con ellos a Texas como miembro de la banda, con la que hizo gira por Estados Unidos y Europa. Assis siguió buscando oportunidades para trabajar en Estados Unidos, se trasladó a Nueva York en 1999, donde se convirtió rápidamente en un reputado intérprete de samba y jazz brasileño.
.Aunque Assis se considera a sí mismo un músico de samba, son los músicos de jazz los que más curiosidad despiertan en sus colaboraciones.
También ha producido varias grabaciones de distintos géneros.
Rovanio es su segundo álbum en solitario, pero tampoco le interesa acaparar todo el protagonismo, de ahí el elenco estelar de músicos que le acompañan. "El objetivo de la música es compartir", afirma.